Todo por amor
Cuanto pensó en nosotros el Redentor, cuanto se humilló, lagrimas de sangre corrieron en ese jardin, corona de espinas fue nuestra coronacion, cuando se merecia la mejor corona que un Rey pueda merecerse. Azotado, tratado aun peor que a un ladron, arrastrando la verguenza de la cruz por todo el camino al Calvario. Esas hermosas manos que curaron enfermos, que abrazaron al pecador y dio vida al que no tenia, ahora estaban siendo clavadas en la cruz. Sus ojos aun con lagrimas, ensangrentados, seguian mirando con compasion, aun en su peor momento, no dejo de amar a sus enemigos.
Y aun asi Salvador, no puedo tomarme dos minutos de mi dia para darte gracias, no puedo apartar un minimo de tiempo para recordar esa cruz. Nos decimos cristianos, pero pocas veces llevamos a Cristo como una marca, como una identidad. En la cruz estaba solo, ¿donde estaban sus amigos?, ¿donde habia quedado esa entrada triunfal con palmas y canciones al Rey?. Lamentablemente asi el Salvador pasa desapercivido en nuestras vidas. Ocupó mi lugar, sufrio el latigazo por mi, se dejo humillar por mi, no abandono nunca su camino a la cruz por mi. Y aun asi, vivo abandonandolo con mis desiciones, con mi vida.
Recordaba cuando a Pedro y Juan podian reconocerlos por una cualidad, no por ser hombres de letras, no por ser grandes eruditos, sino porque habian caminado con Jesus. Eran del vulgo para la sociedad, pero si reconocian que habian estado con Jesus.
Cuan abandonado lo tenemos a Jesus, con nuestra vida religiosa, que pocas veces vamos a la cruz, y alli deberia ser nuestro comienzo, porque en la cruz comienza nuestra vida.
Que grande es su amor, que aun sabiendo que mañana podre olvidarlo, El jamas dejara de recibirme con sus brazos de amor y compasion.
Nunca podre entender cuanto le costo dar su vida por mi, pero si debo vivir una vida digna de agradecer a quien no se guardo nada, a quien fue hasta lo ultimo, solo para que pueda estar reconciliado con el Padre.
Cuando entiendo esto, no puedo mas que caer que rodillas, y agradecer al dueño de mi vida, por hoy y siempre.
By: Pablo Emmanuel
Y aun asi Salvador, no puedo tomarme dos minutos de mi dia para darte gracias, no puedo apartar un minimo de tiempo para recordar esa cruz. Nos decimos cristianos, pero pocas veces llevamos a Cristo como una marca, como una identidad. En la cruz estaba solo, ¿donde estaban sus amigos?, ¿donde habia quedado esa entrada triunfal con palmas y canciones al Rey?. Lamentablemente asi el Salvador pasa desapercivido en nuestras vidas. Ocupó mi lugar, sufrio el latigazo por mi, se dejo humillar por mi, no abandono nunca su camino a la cruz por mi. Y aun asi, vivo abandonandolo con mis desiciones, con mi vida.
Recordaba cuando a Pedro y Juan podian reconocerlos por una cualidad, no por ser hombres de letras, no por ser grandes eruditos, sino porque habian caminado con Jesus. Eran del vulgo para la sociedad, pero si reconocian que habian estado con Jesus.
Cuan abandonado lo tenemos a Jesus, con nuestra vida religiosa, que pocas veces vamos a la cruz, y alli deberia ser nuestro comienzo, porque en la cruz comienza nuestra vida.
Que grande es su amor, que aun sabiendo que mañana podre olvidarlo, El jamas dejara de recibirme con sus brazos de amor y compasion.
Nunca podre entender cuanto le costo dar su vida por mi, pero si debo vivir una vida digna de agradecer a quien no se guardo nada, a quien fue hasta lo ultimo, solo para que pueda estar reconciliado con el Padre.
Cuando entiendo esto, no puedo mas que caer que rodillas, y agradecer al dueño de mi vida, por hoy y siempre.
By: Pablo Emmanuel
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