En lo Sobrenatural



Hoy quiero hablar de Gedeón. Ese pequeño gran héroe en manos de un Dios que desde la eternidad lo creo para destruir a Madian. Ese vellón mojado, que dos veces le dijo que Dios estaría con él. Era un tiempo de oscuridad en Israel, ya se había acabado la paz que pudieron disfrutar, mientras seguían hundidos en sus pecados difícilmente podrían estar tranquilos. Nos encontramos en la época donde cada uno hacia lo que bien le parecía. Pero siempre Dios tiene a alguien fiel que El mismo levantaría para ayudar a su pueblo. Su nombre Gedeón, su oficio trillar el trigo para esconderlo del ataque de los enemigos. ¿Qué pasaría por la mente de Gedeón, cuando trillando iba, a su vez pensaría donde estaba el Dios que le habían contado que en el pasado liberto a su Pueblo de los poderosos Egipcios? ¿Dónde estaba ahora cuando lo necesitaban? Y allí se le apareció el Ángel del Señor a decirle, “aquí está Dios, y vos serás quien use para librar al pueblo”. La respuesta de este hombre fue similar a la de Moisés, estuvo cerca de lo que respondió Saúl, y tal vez no estaría lejos de lo que yo respondería, ¿Acaso yo podría, cuando mi familia es la más débil? ¿Yo iría a salvar a mi pueblo siendo tan débil? Y ahí entendemos porque Dios escoge a lo débil, lo hace para mostrar su poder, en medio de nuestra sociedad podemos ser muy poco, podemos sentirnos como Gedeón, pero hoy el Señor nos sigue diciendo “Yo estaré contigo”. Cuando esa palabra nos llega debería ser el empuje necesario para hacer lo que nos ha mandado, no vamos a fracasar porque de Él es la lucha, solo debemos confiar. Yo creo que la Poderosa Palabra “Yo estaré contigo” es el choque entre lo Sobrenatural y el barro, donde el simple humano solo puede dejarse usar completamente por el Dios que to lo puede. El decreto divino triunfa sobre el miedo humano, si Dios dijo que te va usar, te va usar, no se puede detener el accionar Divino. Gedeón pidió señales, quiso asegurarse que era Dios, necesito pruebas de que quien estaba bajo ese árbol era El Todopoderoso de Israel, cocino algo que el Señor consumió con fuego. Aun así Gedeón quiso más señales, y aparece el vellón, ese vellón mojado que haría que se levante y avance a la guerra contra Madian. Muchas veces hacemos cosas en nuestras fuerzas, nos cansamos, no vemos frutos, abandonamos a la mitad del camino por no ver los resultados que esperamos. Que importante sería que podamos detenernos un momento en el camino y asegurarnos que el vellón este mojado por Dios. No podemos hacer nada separados de Él, pero muchas veces hacemos obras en nuestras fuerzas, y nos frustramos al no ver la mano del Todopoderoso. ¿Y si hablamos con El como lo hizo Gedeón?, ¿y si nos aseguramos antes que Dios es el que nos está llamando para esa obra?, ¿y si primero nos preocupamos por conocer a nuestro Dios para poder dar pasos seguros en lo que hacemos? Gedeón hoy te levantaras y harás guerra contra Madian fue la orden Soberana, y Gedeón se levantó e hizo guerra contra ese pueblo, pero se movió en lo sobrenatural porque quiso comprobar quien era el que lo llamaba. Quiso reconocer la voz del Shaddai de Israel. Quiero esa fe, la de Gedeón, quiero ese temor, quiero ver lo sobrenatural como él lo vio al contemplar las señales de ese vellón mojado. Y sé que me levantare y poder estar cumpliendo esas obras que desde la eternidad Dios me encomendó.

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